Desde hace 34 años, Kotteli y familia están trabajando en el caserio ubicado en San Marcial, en plena naturaleza y disfrutando de unas vistas espectaculares.  ¡Eskerrik asko por vuestra ayuda!

¿Cómo fueros los inicios?

Tuvimos que hacer toda la infraestructura con nuestras propias manos. Para hacer el camino lo hicimos una cuadrilla de amigos desde la Ermita. Para el teléfono tuvimos que  poner los postes  nosotros mismos, trayendo luz desde Behobia. Para el agua hicimos una perforacion y conseguimos agua a 65 metros de profundidad, y gracias a una motobomba subimos el agua a un deposito y de ahí, al restaurante.

Al principio, el caserio estaba para tirar, así que dejamos las 4 paredes y con lo mínimo empezamos a trabajar para poder tener ingresos para invertirlo en obras. Eso si, al principio empezamos a trabajar sin teléfono, ni camino y con una pequeña cocina formada una parrilla que hice yo mismo.

Y desde ahí, poco a poco y trabajando duro para hacer las cosas bien, buscando que nuestros comensales se vayan siempre satisfechos.

¿Qué previsión tenéis para este año tan atipico?

Pues de momento lo estamos llevando…nos pasamos todos los dias rellenando impresos, que si ayudas para autónomos, para el ERTE, para Lambide etc.

Por otro lado, estamos pensando en proyectos nuevos ya que tenemos que  tirar para adelante y no te puedes dormir.

Y lógicamente, con mucha incertidumbre pues nuestro gremio va a ser el ultimo en empezar a trabajar y va para largo y cuando empecemos también será con restricciones.

En definitiva, aguantar y tirar para adelante como sea.

Desde el club, te damos las gracias por vuestra colaboración a este proyecto deportivo desde el momento 0. ¿Querrías añadir algo más? 

Nuestra colaboracion con el Club es para poder aportar nuestro granito de arena, a un proyecto que me parece muy bonito e importante y en el cual mi hijo Xuban es participe.  Valoro mucho, todo el trabajo que estáis haciendo sin ninguna compensación económica sino por satisfacción personal.